Doctor Minded

Logo retina Doctor Minded
Ilustración de la glándula tiroides

Enfermedades de la tiroides: Tipos, diagnóstico y consecuencias

Cansancio, fatiga, falta de concentración y sequedad en la piel fueron algunos de los síntomas que alertaron a Mónica de que algo no andaba bien. Entonces decidió visitar al médico. Después de una serie de estudios, fue diagnosticada con hipotiroidismo, un padecimiento de la tiroides.

¿Dónde se encuentra la tiroides? La tiroides es una pequeña glándula en forma de mariposa, que mide entre dos y tres centímetros, y se localiza en la base del cuello. Produce las hormonas tiroideas T4 (tiroxina) y T3 (triiodotironina), esenciales para llevar a cabo distintas funciones del cuerpo, como regular el metabolismo, la rapidez con la que late el corazón y el tracto intestinal, quemar calorías, mantener la temperatura corporal, desarrollar el cerebro y hacer que el cuerpo crezca de manera normal. Si la tiroides no funciona de manera correcta, puede provocar un descontrol generalizado.

Cuando la tiroides se enferma, se producen demasiadas o muy pocas hormonas tiroideas. Dependiendo de la cantidad de hormonas que produzca la tiroides, te puedes sentir activo o cansado, o puedes subir o bajar de peso.

Las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de padecer enfermedades de la tiroides, sobre todo inmediatamente después del embarazo y de la menopausia. De acuerdo con el IMSS, del total de personas que se atienden anualmente en este instituto por padecimientos de la tiroides, entre 70 y 80% son mujeres.

Enfermedades causadas por la tiroides

Como hemos platicado, cualquier persona puede padecer enfermedades de la tiroides, pero las mujeres a partir de la quinta década de vida suelen presentar estos padecimientos con mayor frecuencia que los hombres, y si existen antecedentes en familiares consanguíneos o presentan alguna enfermedad inmunológica, el riesgo aumenta.

De acuerdo con el IMSS, las principales enfermedades de la tiroides son el hipotiroidismo (baja producción hormonal), el más frecuente tanto en la población nacional como a nivel internacional; y el hipertiroidismo (alta producción hormonal), aunque hay otros padecimientos de esta glándula, como el bocio, la tiroiditis y el cáncer de tiroides.

Hipotiroidismo

Con el hipotiroidismo (hipoactividad de la tiroides), la glándula no produce suficiente hormona tiroxina, lo cual hace más lento el metabolismo. El trastorno puede desarrollarse de manera gradual con los años. 

¿Cuáles son los síntomas del hipotiroidismo? Aunque los síntomas pueden variar de una persona a otra, en términos generales son los siguientes: 

  • Fatiga y lentitud 
  • Ritmo cardiaco lento 
  • Aumento de la sensibilidad al frío 
  • Aumento de peso inexplicable 
  • Estreñimiento 
  • Sequedad en la piel y el cabello 
  • Abotargamiento de la cara 
  • Voz ronca
  • Colesterol elevado
  • Dolor y debilidad musculares
  • En mujeres, periodos menstruales más abundantes de lo normal 
  • Depresión 

¿Cómo se trata el hipotiroidismo? ¿Tiene cura el hipotiroidismo? El hipotiroidismo se trata con medicamentos que le aportan al cuerpo la hormona tiroidea que necesita para funcionar con normalidad. El medicamento más común es la hormona sintética Levotiroxina. Este medicamento oral restaura los niveles adecuados de hormona y se toma diariamente. Tal vez necesites tomar pastillas de hormonas tiroideas por el resto de tu vida. Si tomas los medicamentos tal como te indica el médico, es un tratamiento muy seguro.

Hipertiroidismo

Con el hipertiroidismo (tiroides hiperactiva), la glándula tiroides produce un exceso de la hormona tirosina, lo cual acelera el metabolismo. Los síntomas pueden variar y los adultos mayores tienen mayores probabilidades de no tener síntomas o de que sean sutiles. 

¿Cómo saber si tienes hipertiroidismo? En general, los síntomas del hipertiroidismo son los siguientes: 

  • Pérdida de peso a pesar de tener un apetito normal o mayor 
  • Frecuencia cardiaca acelerada, irregular o palpitaciones 
  • Nerviosismo, irritabilidad, ansiedad o ataques de ansiedad
  • Temblor (por lo general un temblor leve en las manos y los dedos de las manos) 
  • Sudoración y mayor sensibilidad al calor 
  • En mujeres, cambios en los patrones menstruales 
  • Movimientos intestinales más frecuentes y en ocasiones diarrea 
  • Crecimiento de la glándula tiroides (bocio), que parece como hinchazón en la base del cuello 
  • Fatiga y debilidad muscular 
  • Dificultad para dormir 

¿Cómo se trata el hipertiroidismo? El método que elija tu médico para tratar el hipertiroidismo dependerá de tus síntomas, de la causa de la afección y de la gravedad subyacente. Estos son los tratamientos:

  • Medicamentos. Los medicamentos antitiroideos inhiben la producción de nuevas hormonas tiroideas. Estos medicamentos no causan daños permanentes en la tiroides. Los betabloqueadores anulan los efectos de la hormona tiroidea en el cuerpo. Estos medicamentos pueden resultar útiles para disminuir el ritmo cardíaco y tratar otros síntomas hasta que alguno de los demás tratamientos surja efecto. Los betabloqueadores no reducen la cantidad de hormonas tiroideas que se producen.
  • Yodo radioactivo. El yodo radiactivo es el tratamiento más común y lo que hace es matar las células tiroideas que producen las hormonas tiroideas. Generalmente, esto provoca hipotiroidismo crónico.
  • Cirugía. En la cirugía de la tiroides se extirpa gran parte o la totalidad de la tiroides. Esto puede provocar hipotiroidismo crónico.

¿Qué pasa si no se trata el hipertiroidismo? Es importante que sepas que el hipertiroidismo y el hipotiroidismo sin tratar pueden llevarte a complicaciones graves, como problemas cardíacos. 

Bocio

El bocio es el aumento anormal del tamaño de la glándula tiroidea. Puede darse por un periodo breve y desaparecer sin tratamiento, o podría ser un síntoma de otra enfermedad de la tiroides que requiere tratamiento. El bocio es más común en las mujeres que en los hombres, en especial en las mujeres premenopáusicas (que están en transición a la menopausia).

Algunos de los factores que causan bocio son: enfermedad de Hashimoto, enfermedad de Graves, nódulos tiroideos, tiroiditis y cáncer de tiroides.

De acuerdo con la Clínica Mayo, la enfermedad de Hashimoto es una afección en la que el sistema inmunitario ataca la tiroides y es la causa más común de hipotiroidismo. Afecta principalmente a las mujeres de mediana edad, pero también puede presentarse en hombres y mujeres de cualquier edad y en niños.

La enfermedad de Graves es un trastorno del sistema inmunitario que provoca hipertiroidismo y puede afectar a cualquier persona, pero es más común entre las mujeres y en personas menores de 40 años.

Un nódulo es la inflamación de una sección de la glándula tiroidea. Puede ser sólido o estar lleno de líquidos o sangre y puedes tener uno solo o varios. Los nódulos tiroideos son comunes y afectan cuatro veces más a las mujeres que a los hombres.

¿Qué síntomas producen los nódulos en la tiroides? La mayoría de los nódulos tiroideos no presentan síntomas y no son cancerígenos. Algunos producen demasiadas hormonas tiroideas y esto provoca hipertiroidismo. A veces, los nódulos se hacen tan grandes que causan problemas para tragar o respirar. Alrededor de un tercio de los nódulos son detectados por el paciente, otro tercio por el médico y el resto mediante un estudio por imágenes del cuello.

A veces, tú mismo puedes ver o sentir un nódulo tiroideo. Ubícate frente a un espejo y levanta levemente la barbilla. Busca un bulto en ambos lados de la tráquea por debajo de la nuez de Adán. Si el bulto se mueve hacia arriba y hacia abajo cuando tragas, puede ser un nódulo tiroideo.

La tiroiditis es la inflamación de la tiroides y es provocada cuando el sistema inmunitario produce anticuerpos que atacan la tiroides. Enfermedades autoinmunes, como la diabetes tipo 1 y la artritis reumatoide, los factores genéticos, infecciones virales o bacterianas y ciertos tipos de medicamentos pueden causar tiroiditis. La enfermedad de Hashimoto es un tipo común de tiroiditis.

Normalmente, el único síntoma del bocio es una inflamación en el cuello. Puede ser lo suficientemente grande como para que se note a la vista o sientas el bulto al tacto. Un bocio demasiado grande puede generar sensación de rigidez en el cuello, tos, o problemas para tragar o respirar. Necesitarás algunos exámenes para ver si esta afección es provocada por otra enfermedad de la tiroides.

¿Cómo se trata el bocio? Probablemente no necesites tratamiento si tu tiroides funciona correctamente y los síntomas no te molestan. Si requieres tratamiento, los medicamentos harán que tu tiroides se haga pequeña, hasta que alcance su tamaño normal. Quizá requieras una intervención quirúrgica para extirpar parte de la glándula o toda.

¿Cómo se diagnostican las enfermedades tiroideas?

Detectar si tienes una enfermedad de la tiroides puede ser difícil porque los síntomas son los mismos que presentan numerosos problemas de salud. Tu médico podría comenzar preguntándote sobre tus antecedentes médicos y si algún miembro de tu familia sufre de alguna enfermedad tiroidea. También podría solicitarte un examen físico y revisarte el cuello en busca de nódulos tiroideos. Dependiendo de tus síntomas, podría pedirte otros exámenes:

  • Análisis de sangre. Analizar el nivel de la hormona estimulante de la tiroides (TSH) en tu sangre le ayudará a tu médico a determinar si la tiroides está hiperactiva o hipoactiva. La TSH le indica a la glándula tiroidea que produzca hormonas tiroideas. Dependiendo de tus resultados, podrías necesitar otros análisis de sangre para controlar los niveles de una o ambas hormonas tiroideas  (T3 y T4) en sangre.
  • Prueba de captación de yodo radioactivo. Para esta prueba, se traga un líquido o cápsula que contiene una pequeña dosis de yodo radioactivo. Esta sustancia se concentra en la tiroides porque esta glándula utiliza yodo para producir la hormona tiroidea. Los niveles elevados de yodo radioactivo indican que la tiroides produce demasiada hormona tiroidea. Si los niveles son bajos, la tiroides no produce suficientes hormonas tiroideas.
  • Gammagrafía de la tiroides. Esta prueba usa la misma dosis de yodo radioactivo que se administra por vía oral. En la prueba, el paciente se acuesta en una camilla y una cámara especial toma una imagen de la tiroides y la proyecta en una pantalla. Esta prueba muestra el patrón de la captación de yodo radioactivo en la tiroides y permite detectar tres tipos de nódulos:
  1. Nódulos calientes. Durante la prueba, estos nódulos tiroideos se visualizan más brillantes que los nódulos tiroideos normales. Absorben más yodo radioactivo que la tiroides circundante. También producen más hormonas que una glándula normal. Menos del 1 % de estos nódulos son cancerígenos.
  2. Nódulos tibios. Estos nódulos absorben la misma cantidad de yodo radioactivo que la glándula tiroidea normal y producen una cantidad normal de hormonas. Entre 5 y 8% de estos nódulos son cancerígenos.
  3. Nódulos fríos. Estos nódulos se visualizan como áreas oscuras. No absorben demasiado yodo radioactivo y no producen hormonas tiroideas. Muchos de los nódulos son fríos. Hasta un 15% de estos nódulos son cancerígenos.
  • Ultrasonido de tiroides. En este examen se utilizan ondas sonoras para generar una imagen de la tiroides en una pantalla. Esta prueba puede resultarle de gran utilidad a tu médico para determinar qué tipo de nódulo tienes y qué tan grande es. Con el paso del tiempo, probablemente necesites más ultrasonidos para asegurarte de que el nódulo no esté agrandándose o encogiéndose. El ultrasonido también puede ser útil para detectar cáncer de tiroides, aunque no se emplea exclusivamente para este fin.
  • Biopsia de tiroides con aguja fina. Esta prueba sirve para saber si los nódulos tiroideos contienen células normales. El médico puede anestesiar una zona del cuello. Después, punzará la tiroides con una aguja fina para extraer algunas células y líquidos. Por último, observará las células a través de un microscopio para ver si son normales. Las células que no son normales pueden indicar cáncer de tiroides.

Consecuencias de las enfermedades de tiroides

En las mujeres, las enfermedades de la tiroides pueden causar:

• Problemas con el periodo menstrual. La tiroides ayuda a controlar el ciclo menstrual. Demasiada o muy poca hormona tiroidea puede hacer que los periodos sean muy leves, abundantes o irregulares. La enfermedad de la tiroides también puede hacer que los periodos se detengan durante varios meses o más (esta afección se llama amenorrea). Si el sistema inmunológico del cuerpo causa enfermedad tiroidea, otras glándulas, incluidos los ovarios, pueden verse involucradas y provocar una menopausia precoz (antes de los 40 años).

• Problemas para quedar embarazada. Cuando la enfermedad de la tiroides afecta el ciclo menstrual, también afecta la ovulación. Esto puede dificultar que la mujer quede embarazada.

• Problemas durante el embarazo. La enfermedad de la tiroides que no se trata con medicamentos puede causar problemas de salud a la madre, como parto prematuro (antes de las 39 semanas de embarazo), preeclampsia o aborto espontáneo. La enfermedad tiroidea no tratada también puede provocar problemas de salud al bebé, como insuficiencia cardíaca o problemas con el crecimiento y desarrollo del cerebro.

Algunas mujeres son más propensas a padecer enfermedad tiroidea. Podrías consultar a tu médico para hacerte los exámenes si has tenido un problema de tiroides anteriormente, te has sometido a una cirugía o a radioterapia que haya afectado tu glándula tiroidea, o padeces ciertas afecciones, como bocio, anemia o diabetes tipo 1.

Toma el control de estas enfermedades

Por último, recuerda que todos estos padecimientos no obedecen a factores de riesgo específicos, pero los antecedentes familiares, el consumo de alimentos disminuidos de yodo y la edad avanzada pueden incidir en su aparición. 

Si sientes algo distinto a lo que pasa regularmente con tu cuerpo, acude con tu médico de inmediato. Aunque las enfermedades tiroideas no tienen cura, el diagnóstico y tratamiento oportuno te ayudarán a controlarlas.

Scroll al inicio